domingo, 25 de noviembre de 2007

Las Furias

La Ciudad incinera con su mirada todos mis movimientos.
Estoy varada. No hay salidas visibles.

Si todo sale oscuro hoy es porque no hay nadie aquí.

Cada rincón quiere presentarse como una amenaza,
y ni siquiera veo a mis carceleros.

¿Cuántos siglos deberán pasar? ¿Cuántas noches más en este estado?

Si hay dioses se han marchado, hace rato,
y nos han dejado al cuidado de La Nada.

Hoy no es un día simple, estoy sobrevolando edificios grises sin ventanas en una nave vacía, busco algo que aún no sé ver y en un viejo pasa-cassettes suenan canciones gastadas, espesas, demasiado intranquilas.

Extraño un estado anterior, una forma inquieta de recorrer los caminos.

Soy un ente abstracto, he perdido el cuerpo al girar la última esquina.

Tengo frío.

Sueño.

Dolor.

Soy las sobras del día.

La Hija del Capitán (desde el otro lado del Muro)

viernes, 23 de noviembre de 2007

Noche

Un regalo.
pequeño,
en el centro de tu boca.
Voy a salirme de mí,
a contarte los silencios que me envuelven.
Hoy es poco,
Vendrás y el tiempo sigue.

La Hija del Capitán (retomando el contacto con la Tierra, o parte de ella)