sábado, 23 de abril de 2011

Poemas huecos en una noche insomne (como bien manda el oficio)

1- No hay nadie al otro lado del verso roto; el poema es tan sólo un espejo sin reflejos. Un cuerpo ausente, una imagen silenciosa, una invención.

2- Cada sintagma miente; es la forma y su contrario, un hueco en la realidad de la materia. La no existencia del poema.

3- Sin voz (vos). No existe esa voz, ese ruido inclinado en la escritura, ese viento que migra versos al nido del poeta ausente.

4- Destino. Destinatario. Destinado. Una cadena de pretensiones poéticas desandándome, desgranándome las voces que aún no diré.

5- Un silogismo poético muere ante el espejo. El vacío multiplicado ¿puede ser infinito? Infinitamente vacío ¿puede haber un vacío aún más vacío? Estas palabras son huecas.

6- Un eco en el poema, rebotan las palabras contra el filo hiriente del verso, se caen, no atinan a pronunciarse. Simplemente, no son.

7- Puedo llenar vacíos gramaticales con el vuelo perpetuo de una ilusión, crear un espejismo sintáctico y no decir nada.

8- Oradores sintagmáticos. Narradoras verbales. Formas y contra formas de la poética estática. Un muro de palabras casi móviles, casi despiertas, casi nada.

9- Narrativas incontenidas, desmedidas, incomprendidas. Cuerpo gramatical sin caricias, sin amparo de una noche de poetas, sin el borde de sabana de todo verso.

10- Versículo vertical vertido en vaso vítreo. Cacofonía inmunda devoradora de realidades.

11- Se desdobla la métrica, la falsa rima del busca/encuentro, la parábola hipócrita del literato muñeco de trapo, lengua empastada, buscando en la noche el beso de ajenjo.

12- Intento desdecirme. Esta noche (como bien manda el oficio) procuro abandonar toda trama de coherencia rítmica/métrica/poética. En esta hora de insomnio (como bien declama el oficio) voy a rebatirme todos los argumentos. Y voy a perder.

13- Declaro. Escupo. Disperso. Esgrimo una evidencia sintagmática, gramática, poco poética. Me inclino por el lado mordido del verso sin camino. Olvido lo que iba a desmentirme.

14- Una letra, un átomo gramatical, un pobre insecto del habla. Un punto sin sucesión.

15- Me rindo ante la evidencia del final de la página. Nos quedamos sin contención, el verso y yo, y ante nuestras extremidades se extiende el abismo de lo que no diremos. Escribir es mentir diciendo algo parecido a la verdad.

sábado, 16 de abril de 2011

Mandarina



-1-
Ácida
dulce
frio
móvil
circular…
Jugo impaciente
saltando sobre mi lengua.

-2-

Gajo casi dos,
pequeño embrión entre dos jugos,
ínfima delicia
desintegrándose en filamentos ácidos.

-3-

Adivino tu aroma,
sé que sigue en la sima de mis dedos
cuando ya no estás.
Es un olor pequeñito
para absorber con las manos bien pegadas al rostro.
Perfume de mil gotas ambarinas
bajo la lengua.

-4-

Ausencia,
y aun los fantasmas
de un sabor lejano.

-5-

Y se fue tu presencia
de dulce ninfa del Invierno
Alguien,
lejos
(muy lejos)
dibujará los contornos de tus flores
y una lluvia
(también lejana)
besará las manos
que te desgajan.

miércoles, 13 de abril de 2011

Astronomía Roedora

Conejitos a través del Universo,
saltando bajo el sol de Octubre.
Un día, dos;
otro día, no.
Y van,
Orejas erguidas,
ojos inquietos,
van, va, van
y buscan.

Conejitos a través del Universo,
como estrellas fugaces,
desmoronando formas astronómicas,
degustando las sombras,
hurgando el tiempo.

Conejitos a través del Universo
entre fuegos desolados,
desmantelando estrellas
se encojen,
levantan las patas,
beben agua de río
y huyen en fuga lenta.

Conejitos,
si, miles de conejitos,
a través de este Universo.

El Universo está hecho de conejitos.

miércoles, 6 de abril de 2011

Cuentos mínimos para leer en la siesta bajo un sauce (pero puedes leerlo ahora)

-1-

Que llevaba un vestido “rojo fuego”, le habían dicho. Peo ella sólo había visto fuegos amarillos. Por eso no le tuvo miedo al mar y recorrió descalza la distancia de arena ardiente.

-2-

Deslizó los dedos sobre los bordes agudos de la roca. Una hebra de sangre espesa se resbaló hacia la tierra. Entonces llegaron las aves.

-3-

Levantó el libro sin mirarlo. El borde de una hoja hirió sus yemas, y lloró olvidando su nombre.

-4-

Gritó en la noche. Y, sin saberlo, desarmó el día.

-5-

Tres elefantes y un gallo desanduvieron la senda del circo. Y el silencio se rompió en mil fragmentos.

-6-

Por la mañana todo era vacío. Aun así salió a pescar. Y la sirena comenzó a cantar.

-7-

El sauce se inclinó por el viento. Tres gotas se deslizaron hacia el río y el bote se meció. Amanecía por fin.

-8-

Dragón, lo que decide un “DRAGÓN”, no era. Más bien era un simple reptil con un fuego en la lengua. De todos modos escupió sobre el sendero, y ahí comenzó todo.