sábado, 23 de agosto de 2008

1-Invernal

Un violín y una gaita
y tus ojos,
siempre tus ojos que no alcanzo a ver.

No hay fuentes de aguas claras,
las ninfas han sido olvidadas
y tus manos se alejan.

Noches idas,
azules de frío,
voy deshaciéndome en la memoria.

Ser tu nada,
la forma oval de tu silencio,
el destierro del viento en tu pradera.

No seré,
no seremos,
no habrá tiempo de buscarnos
cuando la nieve comience a caer.

Un violín y una gaita,
y el tiempo que inicia su fin.

martes, 12 de agosto de 2008

Detrás...

...del sol tus ojos, y más alla la noche que crece.
Los días son cortos, las estaciones se multiplican y
hay fuego sobre el agua.
Sólo ecos en el frío
y más...

martes, 5 de agosto de 2008

Solsara

"A una amiga, maestra, escritora, ángel"


Estoy pensando en vos y escribo. Soy escritora. Eso me enseñaste que soy. Puedo ser lo que quiera ser porque vos me enseñaste que eso es posible.
Te gustaban los ángeles, los buscabas en cada brisa, en cada hoja caída del Otoño, en cada pluma sobre las baldosas del patio. Ahora te convertiste en un ángel ¿Es tu cuerpo aún más liviano?¿Tu cabello al fin es azul? ¿Tenés alas negras o doradas? ¿Vas a venir cada noche a despertarme con tu voz de duende?
La distancia se abre en caminos difusos; solté tu mano una tarde de Julio, entre mates y versos, y me largué a andar sin tus consejos, corrí el riesgo.Eso me enseñaste. Abrí mis propias alas y me alejé.
Te fuiste en silencio, como vos querías. Como una vela que se duerme en tus Lunas, como una noche de lobos silenciosos, como una siesta de gatos en la tarde, como una niña de ojos grandes. Te fuiste con tus tarots mágicos para escribir, con tus "playmovils" literatos, con tu dimensión astrológica cubriéndonos a todos (es hora que lo sepas: ya no podremos ver el mundo sin ver su replica en las estrellas).
El Universo es un mapa abierto, eso me enseñaste, andarás por él ahora, con tus pies desnudos acariciando constelaciones.
Estarás siempre entre las hojas frescas de cada libro que abra, en los trazos de mi lapicera sobre el papel, en los rastros de pintura en mis dedos.
Aprendí de tus ojos a guardar y a tesorar las primeras impresiones ¿te acordas el primer encuentro, el momento exacto en que te elegimos, en que nos elegiste? Estaba la vereda poblada de gente y una cabellera dorada ondulaba bajo tu sombrero. Siempre serás esa niña traviesa que nos fascino en el primer instante, esa dama iluminada que nos empujó hacia la vida. Pero la distancia se abre en caminos difusos y solté tu mano para irme lejos, y entonces, como me enseñaste:
dejo: la duda, el egoísmo, la pena, el miedo, el silencio y la soledad;
me llevo:las ganas de seguir siempre adelante,la ilusión, el deseo, la inspiración, las ganas de jugar, a la niña que fui y seguiré siendo.
Y comencé a andar, dolió la distancia y ahora es para siempre. Disolviste tu cuerpo para llenarlo todo con tu presencia,te convertiste para siempre en recuerdo. Al fin sos una gigante , ya no tendrás que subirte a los hombros de nadie para ver la vida.
Inicié estas palabras para poder entender que sentiré ahora que ya no existirá la ilución de cruzarme con tus ojos una tarde al subir al colectivo, mientras cuentos las baldosas hacia un imposible amor, detrás del aire cibernético o en la plaza frente al puesto de saumerios.
Te fuiste ¿a dónde querida niña?, te convertiste en recuerdo y no sé como llorarte. Tal vez una tarde soleada busque un puente blanco, encienda una vara de incienso, tome tu libro y entone el verso que me diste a leer en aquellas noches de escenarios y escaleras; tal vez cante algo, no sé que, confío en que me lo dirás, y entonces si te daré el último abrazo.
Hasta entonces:
"Yo soy yo.
Yo soy Cecilia.
Yo soy escritora"

(eso me enseñaste)