sábado, 9 de octubre de 2010

Alusivos 4: Bajo las piedras

Si voy
y digo
lo que hablo
me caigo
y soy viento
“rosa blindada”
o
espanta pájaros
inquieta desnivelación
que zumba
retumba
en la tumba
innominada
que le impusieron
sobre la piel
bajo la piel
bajo las uñas
los dientes
el sexo
hasta quedar
sapo seco
fantasma negado
hueco
hueco
hueco
enorme hueco en la garganta.

Revienta
sangre de cornea abierta
goteando
goteándote
diente a diente
-impulso eléctrico-
destierro muerto
asco muerto
muerto muerto
no muerto
muerto.

lunes, 4 de octubre de 2010

Versos anósmicos 1

Manjar 1

Imagino el aroma de tu cuerpo por las mañanas.
Imagino...
No.
Invento.
Puedo hacerlo.
Puedo sumarle,
a tus piernas entre las sábanas,
el perfume de la Luna cuando se despide del Sol.
O entregarle,
a tus manos en mi espalda,
la fragancia de un hilo de luz.
Puedo hacer que tu cabello dormido
deje en la almohada
el diminuto aroma de las luciérnagas.
Y dibujarle a la “V” de tus caderas
el desvelado olor de las huellas en la arena.
O abrigar tu espalda
con la intranquila evanescencia
que perfuma mis sueños.
Puedo...
Porque no tengo nombres
para lo que no conozco.
Porque esta ceguera de aromas impide
que olor del mundo me distraiga.
Porque no hay más que ausencia,
puedo completar este vacío anósmico
con el perfume que inventamos en tu cuerpo
al despertar.