sábado, 24 de octubre de 2009

i´m The Rabbit in Wonderland

Rabbit piensa en el tiempo. Correr le gasta las orejas y le da sueño, pero no un sueño de imágenes que se queda en la piel, no; es un sueño de toboganes bruscos, uno de esos en los que llegar al arenero final es un golpe sin dolor contra los bordes retorcidos de las sábanas.
Rabbit cree que aún no tiene una forma definida para su madriguera, por eso corre. Eso cree. Pero a veces no sabe por qué corre.
A Rabbit le duelen los pies (justo donde la curvatura interna debería ser tranquilidad de agua dispersa y clara), se le acorta el aire debajo del vientre y las manos le quedan chicas para todo lo que intenta asir.
Desde el comienzo de la Primavera Rabbit vive en Lunes.

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