jueves, 23 de agosto de 2007

La sombra de nuestro pequeño árbol

"A los Cinco"

Cruzo montañas y la veo: cabellos blancos, mirada de duende cansado. Es mi Pacha y se está agotando.

Cuando las rocas se abran a la mitad para recibirla, el Sol que nos entibia la memoria se irá hundiendo en el Océano.

Tendremos que aprender a caminar sin su risa de ojos entornados, sin sus cocimientos de choclo, sin su malhumor pasajero, sin sus pasos inquietos.

Tendremos, digo, y el alma se me agujerea.

Ella se irá. Lo sé.

A mi pesar comienzo a despedirme.

Digo adiós a sus manos desenredando collares con viento, a su cuerpo cansado, a mis ganas de haberla tenido siempre conmigo.

Ella se irá.

Yo me quedaré aún un tiempo más. Y le pondré su nombre a las calles de la memoria, armaré puentes con sus palabras encaminadoras, elevaré ciudades con sus años de recorrer cansancios y una tarde verano le diré a mis vástagos: "hubo una dama, al otro lado de las montañas, que soñó con ustedes."

Ella se irá.

Yo lloraré hasta hacerla recuerdo.

La Hija del Capitán

2 Arribos desde el último alunizaje:

Cristina Cambareri dijo...

conmovedor y fantástico

tequiero!
cris

Alba Cecilia Curia dijo...

Gracias Cric!!!
anche io Ti boglio bene!!!