sábado, 10 de diciembre de 2011

Mi gata

*A Pola Pizarnik, mi gata vieja

Huele desconcertada el espacio entre mis dedos, busca algo que una vez tuvimos. Dulce y silencioso. No sabe que la ausencia persiste con tanta pasión, por eso insiste. Roza levemente mis falanges con sus bigotes curiosos. Busca. Jamás vi tal dedicación para buscar algo que ya no está. Con sus garras separan mis dedos de la mesa. Acá, dice el ocre de su mirada, acá voy a encontrar. Pero una y otra vez la nada.

Mi gata no se rinde, después de todo es una gata, su oficio es no ceder a lo imposible.

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