lunes, 26 de diciembre de 2011

Versos anósmicos: Presencia

En Do,

en Re;

cromados

cromáticos.

Se diluye la forma,

el sonido,

el color.

Queda el aroma,

dicen.

Y yo me diluyo,

otra vez,

en el intento vano

de cazar el perfume

que envuelve tu espalda,

el vértice de tus piernas,

la inclinación de las sábanas

sobre tus hombros.


Y hay una inquietud,

dicen,

perfumando el aire

pero se desintegra

antes de llegar a mí.


De lejos viene la lluvia,

un hilo de tierra húmeda,

hojas que comienzan a caer.

Pero eso lo sé de otra vida,

otro momento en que el mundo

se poblaba de aromas.

Hoy soy ciega a lo que mana de cada criatura,

y aun así puedo adivinarte,

desnudo en la ventana,

aunque ya no queden luces

y la noche caiga en el silencio.

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